Paula y Paulo Coelho

Amada Paula: Apareciste en mi vida en medio del despecho por los cuernos que me había montado Ángela, mi extraña novia francesa. Iba a saltar de un puente con un ladrillo guindado al cuello, cuando de pronto, sonó mi celular.--¡Qué broma! ¡Ya uno ni si quiera puede suicidarse en paz! --¿Claudio Nazoa?... Hola, soy Paula Quinteros, la editora... ¿Estás ocupado? --No. Estoy leyendo un libro de Paulo Coelho --¿Sí?... ¿Cuál? -Cómo vivir feliz mucho tiempo.--¡Qué interesante!... Pero bueno, escucha, necesito hablar contigo.--¡Ok! -dije desamarrando el ladrillo.Quedamos en encontrarnos en un banquito de la plaza Altamira. No sabía cómo eras, pero tu voz me cautivó.En el banquito de la plaza, es taba sentada una gordota con licra verde que parecía una oruga gigante.--Si esta es Paula --pen sé-¡ni de vaina me presento! Lamento haber botado el ladrillo.Decidí continuar mi suicidio, esta vez en el Metro. Cuando iba a saltar, una voz me detuvo.--¡Claudio!... ¿Qué estás haciendo? --Recogiendo un libro de Pau lo Coelho que se me cayó en los rieles y ... ¿Quién es usted? --Paula Quinteros.Quedé embobado. En ese mo mento, sólo quise enamorarte y utilicé mis infalibles armas de seducción: --¿Estudias o trabajas? ¿Cuál es tu signo? ¿Qué prefieres, la playa o la montaña? Logré flecharte.Paulita, ¡por ti estoy vivo! El día que te conocí iba a quitarme la vida y esta era mi carta de despedida.Ángela...

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