Peña pudo domar la pelota

En la sala de la familia Peña en Acarigua hay una foto de Ronaldo pequeño, abrazando una pelota que, cuenta el delantero, es más grande que él.Con esa descripción, el llanero detalla su apego por el juego que desde pequeño le inculcó su padre, Pablo, un ex jugador del Portuguesa en la década de los noventa.Hoy Ronaldo ha crecido y ya es más alto que las pelotas con las que aparece en las fotos. Incluso ha aprendido a domarla, a obligarla que obedezcan lo que él quiere que haga. Antes de jugar fútbol, jugaba futsal, de ahí viene que pueda tener buen manejo, describió el juvenil, quien a la hora de hablar de su juego no escatima en elogios, sin embargo, lo hace con tanta naturalidad y seguridad que evita caer en la arrogancia. Me gusta jugar libre, tengo una capacidad enorme para hacerlo porque soy técnico, soy bueno dando asistencias pero también definiendo. En el Suramericano me tocó dar más asistencias pero ahí también me siento cómodo. Soy delantero pero por la raya nadie me agarra, ahí soy inmortal, se describió este fanático de Salomón Rondón y de Radamel Falcao.Pese a ese papel de asistente, Peña reafirma que él se siente un delantero. Y el delantero vive de los goles, afirma. En el Suramericano apenas pudo marcar uno, por lo que espero que se me dé más en el Mundial.Camino por venir. En la cabe za de Peña, como en la del resto de sus compañeros, la Copa del Mundo Sub 17 que se jugará en Emiratos Árabes en octubre, un torneo para el que el delantero es optimista. Sé que vamos a llegar lejos, Para...

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