Pedagogía del odio

Quedaremos heridos por mucho tiempo. Pero igual nos recuperaremos. Y el odio quedará atrás. Como se han recuperado los chilenos y los argentinos de las heridas de sus dictaduras, los españoles del franquismo, y como seguramente lo harán los cubanos de su largo encierro colectivo. En nuestro caso, por lo me nos hasta ahora, la guerra ha sido de menor intensidad. En tiempos de Internet, lo sabemos, ni Gadafi puede asesinar impunemente. Venezuela está rota y fracturada, el Gobierno impone a saltos su autoritarismo del siglo XXI, pero sin recurrir a las cifras de muertos y desaparecidos de la Caravana de la Muerte sureña, ni a las de presos y exiliados del largo desangre cubano, y, aunque en las cárceles por estos años han muerto asesinados miles de reclusos, cuyas vidas son responsabilidad del Estado, puede uno suponer que es por indolencia y no por una estrategia de aniquilamiento. Sin embargo, nuestro sufri miento no ha sido menor. No hay exilio político masivo, salvo el de líderes reconocidos acosados por el Gobierno a la manera de Rosales, Ortega, Pérez o Moreno. Pero miles de venezolanos se ven obligados a emigrar del país, expulsados masivamente de sus trabajos por razones partidistas, para escapar de la persecución judicial que el Gobierno utiliza como arma política o para proteger a su familia. No se ha impuesto todavía un modelo estrictamente comunista, pero miles de familias y asociaciones han vivido en carne propia la pérdida de sus propiedades y empresas invadidas, arrebatadas, confiscadas, intervenidas o expropiadas por el poder. Todavía quedan medios de comunicación privados, pero basta hacer zapping en la radio o en la televisión para ver cómo crece exponencialmente el número de emisoras oficialistas que, junto con las extensas cadenas radioeléctricas del Gran Hermano, han formado el más grande emporio comu nicacional que gobierno alguno haya tenido en América Latina. Hay partidos políticos legales, pero también persecuciones ideológicas masivas como las que el ya desaparecido diputado Tascón protagonizó con sus listas...

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