Pedro Berroeta aprendió a dejar su huella en el agua

Es tan raro un escritor humilde, que quizás por eso Pedro Berroeta no se consideraba uno. Publicó su primer libro en 1945, una colección de relatos titulada Marianik¸ y luego las novelas Instantes de fuga 1948, La leyenda del Conde Luna 1956, El espía que vino del cielo 1968, La salamandra 1975 y Migaja, lectura para descansar 1976. Pero, a pesar de éstas y de otras que faltan por enumerar, murió convencido de que su obra no iba a marcar al país que tanto quiso. En 1992 editó lo que se puede considerar una declaración de principios, o un peligroso juego con la muerte: La huella del pez en el agua. Es la historia de un indivi duo que se llama Pedro Berroeta, que un día sube a un carro y se va a cualquier lugar. Sólo le dice a la muchacha que se ocupa de la casa: `Adiós Mercedes?. Ella le contesta: `No diga nunca adiós, señor. Los que dicen adiós no vuelven?. Pedro Berroeta desaparece y sus amigos empiezan su búsqueda, porque Pedro no da señales de vida, contó el autor que el año siguiente recibió el Premio Municipal y el Premio Nacional de Narrativa durante una entre vista que le realizó El Nacional en septiembre de 1992. La verdad es que Pedro Be rroeta sí abandonó su casa, pero 4 años después, el 7 de marzo, víctima de una prolongada enfermedad que lo postró por 2 meses en una cama. Por esa razón, sus amigos y sus...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR