Y pensar que era tímida

Uno podría pensar que las mujeres que se llaman Margaret Mitchell tienen el desti no de encontrarse con maridos curiosos. No es un juego periodístico para salvar una columna en el momento culminante de la entrega. Es en realidad la comprobación de hechos por demás inesperados.Hay una Margaret Mitchell que protagonizó el primer divorcio del que se tenga noticia. Era lavandera en Inglaterra en 1546, y estaba casada con el señor Barr. Un día este hombre irresoluto desapareció y nadie supo qué fue de su vida. Se creyó entonces que había muerto.Ante este hecho inesperado y gracias a las confusiones sobrevenidas del corazón, la señora dejó de lavar ropa porque se enamoró de un aristócrata, Sir Ralph Sadleir. He aquí cuando en las telenovelas hay espacio para que aparezca el esquivo señor Barr y pretenda tener lo que alguna vez tuvo y desechó.El problema se le presentó a la señora Mitchell, porque según las leyes de la época se había convertido en una vul gar y desvergonzada bígama.Como Sadleir tenía control de la sartén leguleya de la época, controló ese caldo y el Parlamento británico se manifestó a favor de esta pareja en apuros. Tenían siete hijos ya y hubiera sido de mal gusto dejarlos a la intemperie. Barr fue olvidado como un marido que reclamó lo que era suyo en el momento equivocado.La otra señora Mitchell que tuvo también unos maridos particulares, vivió 1900/1949 una vida no exenta de tragedias y desilusiones. Provenía del Sur que había perdido la guerra contra el Norte, conocía Atlanta como su casa, y escribió uno de los best sellers más potentes de la historia, Lo que el viento se llevó. Este año se cumplen 80 años de que obtuviera el Premio Pulitzer por esa obra sobre el gran conflicto civil americano.Mitchell tuvo un preten diente que murió en la Primera Guerra Mundial, Henry Clif ord. Esta noticia fue una devastación para una mujer que era bajita, poco agraciada, y tímida. Para agregar más agua a este molino, de niña padeció un accidente hípico...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR