De pepas, pepazos y risas

Un pepazo por la ca-beza por detrás, pin.Lo dijo en público sin vergüenza ninguna en presencia divertida de la máxima autoridad del país que se rió, le recombino amablemente, como se suele hacer con un amigo que exagera un poco, un poco nada más, y le advirtió que eso no se dice ante las cámaras y a micrófo no abierto.Me recordó a Héctor, nues tro sujeto de estudio, cuando narra su historia de malandro: Empecé a dale tiro a la gente. ¡Paj! ¡Paj!. Sus disparos verbales sonaron como reales. Este otro dijo pin.Sonó más suave, más incisivo, más económico en tiempos de desabastecimientos múltiples, más sugerente, más sifrino. También más cobarde y traicionero porque aconsejó darlo por detrás de la cabe za, a escondidas. ¿Serán estas las cosas que dan risa? Héctor fue un malandro más valiente, más sincero, que mataba de frente: Estaba de espaldas, le tocamos la espalda, él se voltió... y le dimos dieciséis tiros pepazos.27.875 pepazos mortales nos pusieron en 2015 a la cabeza indiscutida de los países del mundo en homicidios. Nuestra tasa creció de 82 a 90.Honduras, el único que nos ganaba en 2014, bajó la suya significativamente.27.875 pepas cargadas de muerte que perforaron otros tantos cuerpos de venezolanos. Pero no fueron las únicas. Dice el amigo Roberto Briceño León que desde hace años ya se venía mostrando la tendencia a asesinar una persona con varias pepas. Así, se pasó de 2 a 5 y luego de 5 a 10, ya en 2014 y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR