Periférico de Catia se recupera poco a poco

Hace seis meses, el Hospital Periférico de Catia llegó a seis décadas de existencia en un cumpleaños signado por un virtual cierre técnico a consecuencia del deterioro sostenido de sus instalaciones. Sin embargo, en diciembre, el personal consideró que había razones para la celebración y actualmente espera el cumplimiento de la promesa de una completa rehabilitación. El hospital cuenta ahora con dos quirófanos, después de tres meses trabajando sin pabellones. Para ese centro asistencial, considerado de choque por su estratégica ubicación Âes el hospital más próximo a la autopista Caracas-La Guaira, cercano a los distribuidores viales El Pulpo y La ArañaÂ, así como por su fortaleza en las especialidades de cirugía y traumatología, empezó otra época. Fallas eléctricas en más de la mitad del edificio, desbordamientos de aguas negras, ausencia de aire acondicionado en las áreas críticas y áreas quirúrgicas no ajustadas a las normas internacionales no pudieron llevar al cierre del hospital en una década, aproximadamente: poco a poco, cuatro de los seis pabellones del cen tro tuvieron que ser cerrados porque no estaban aptos para intervenir pacientes. Pero en septiembre, cuando fallaron simultáneamente las únicas dos máquinas de anestesia con las que contaban los quirófanos que funcionaban, el hospital tuvo suficiente y las actividades cesaron. Sin quirófano, no po díamos atender emergencias ni operaciones electivas para descongestionar la hospitalización. Quedamos como un centro de triaje y los casos se remitían a otros centros, explica Daniel Valderrama, presidente de la Sociedad de Residentes del establecimiento de salud. El residente de Traumatología asegura que la forma como se manejó el conflicto médico de 2011 fue lo que obligó al Ministerio de Salud a asumir el compromiso de rehabilitar el hospital que, asegura, es pequeño pero cumple. Aunque el Periférico de Catia tiene pocas camas en comparación con otros centros 92 operativas, presta atención en 11 especialidades, incluyendo medicina interna, gastroenterología, pediatría y cirugía de mano, entre otras, lo que lo convierte en el caballito de batalla del sector. Las fallas eran detalles manejables que, con la inversión necesaria, permitirían reactivarlo en el corto plazo. Esa fue la postura del personal médico ante el ministerio y así se demostró, dijo. Autogestión. La puesta en fun cionamiento de un tercio de los pabellones permite atender las emergencias y al menos 50%...

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