Pernocta en las cárceles

Ayer, Connecticut se convirtió en el decimoséptimo estado de Estados Unidos en abolir la pena de muerte. Una buena noticia para quienes en ese país y en el resto del mundo se oponen a ese castigo bárbaro. En Venezuela, si bien la ley no la contempla no menos cierto es que la fomenta de diversas formas y maneras armando a cuanto matón rojo rojito pega un grito a favor de Chávez. También la pena de muerte funciona permanentemente en las prisiones venezolanas sin que el Gobierno haga algo para detener ese baño de sangre. Los recientes hechos en la cárcel La Planta, en Caracas, donde un recluso asesinó a su novia durante una visita de fin de semana (conocida como "pernocta") ha puesto al descubierto una vez más la grave crisis que se vive en las prisiones venezolanas y que la revolución roja no ha logrado solucionar ni con un Ministerio para el Servicio Penitenciario. Al asesino otros reclusos lo mataron a tiros de inmediato: esa es su ley y nadie se atreve a impedir esa pena de muerte. Vale recordar que las pernoctas carcelarias fueron creadas desde hace unos dos años por el ministro del Interior, Tareck el Aissami, y consisten en permitir que las parejas de los reclusos puedan pasar el fin de semana dentro de la cárcel.

Según sus creadores, el objetivo era fomentar un acercamiento con los familiares como parte del plan de humanización penitenciaria que tantas veces anunció El Aissami. Pronto quedó demostrado que el famoso plan era un completo desastre cuando los presos se alzaron en la cárcel del Rodeo, en junio del año pasado. Es evidente que en prisiones...

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