Pesquisa sobre las narcomaletas aún no llega a fi nancistas del hecho

El viernes 11 de octubre se cumplió un mes de la llegada del alijo de 1.382 kilos de cocaína en un jet de Air France al aeropuerto Roissy de París, que despegó de Maiquetía el día anterior. Muchas preguntas continúan pendientes, entre ellas, quién financió y facilitó el paso de la droga por el principal terminal aéreo venezolano.En este lapso las investiga ciones del Ministerio Público, apoyadas por el Comando Antidrogas de la Guardia Nacional Bolivariana, se han orientado hacia una supuesta ceguera voluntaria de funcionarios de seguridad aeroportuaria y del Destacamento 53 de la GNB, junto con el supuesto accionar doloso de civiles que prestaban servicio a la línea aérea para hacer que la droga fuese depositada en el avión.La prueba clave sería un vi deo captado por una cámara colocada en la parte inferior de la correa que llevó los equipajes hacia la rampa 14, en la que permanecía el Airbus de la línea francesa.Esas imágenes no han sido del conocimiento de las partes, dijo el abogado Carlos Morín, defensor del teniente coronel GNB Ernesto Mora Carvajal, uno de los procesados que se desempeñaba como director de seguridad del aeropuerto.Una de las razones sería que la propia Fiscalía solicitó la reserva de las actas, con el argumento de que la divulgación de estos datos entorpecería las investigaciones.La información consignada en el expediente indica que el vuelo 385 del 10 de septiembre llevó 284 pasajeros. El total de maletas registradas por el guardia Randimar Chirino fue de 285, algo plausible pues los usuarios de primera clase y de clase negocios pueden llevar dos maletas. La copia de los adhesivos que identificaba a cada una está en poder de los fiscales, pero las maletas que llega ron a la capital francesa cargadas con droga fueron añadidas.Es decir, en el jet, al menos, iban 316 piezas de equipaje.La detención de Chirino su giere que para la Fiscalía las maletas con droga fueron cargadas siguiendo el curso de las demás, aunque sin ser anotadas. Igualmente, para los investigadores las maletas pasaron por los rayos X y, aunque supuestamente se descubrió la presencia de las panelas de co caína, el guardia Johan Ulaves Soler no hizo nada. Igual conducta de omisión habría tenido el sargento Gabriel Avendaño cuando el perro que lo acompañaba descubrió la presencia de la droga.Todos ellos han asegurado que son inocentes y que cumplieron con los procedimientos de rutina. Los militares, explicó una fuente de la investigación, son asignados...

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