¿Y los petrodólares?

Una manifestación pacífica de estudiantes colmó ayer las calles del centro de Caracas para exigir mayor presupuesto para las universidades autónomas y experimentales. Desde luego, el hecho de que un Gobierno que ha gozado de multimillonarios ingresos petroleros le niegue a los centros de altos estudios del país el dinero para su funcionamiento suena a revancha injusta de los chafarotes militares contra los civiles, como si los jóvenes tuvieran la culpa de que el grupo que está en el poder carezca de la provisión normal de neuronas para entender el gran desafío de la educación superior venezolana para enfrentar los retos del futuro.

Negarle recursos a las universidades autónomas y redirigirlos hacia las rojo rojitas universidades domesticadas dice mucho de la calidad intelectual de quienes hoy se sienten poderosos y perdonavidas en Miraflores. Lo cierto es que con su rabia y su capacidad de represión presupuestaria sólo demuestran que son incapaces de interpretar el curso real de lo que está sucediendo entre lo mejor de la juventud del país.

Cuando desde Miraflores se plantea un debate público y televisado entre los universitarios chavistas y los jóvenes independientes y críticos el mismo día de la marcha, sólo se demuestra la desesperación de un Gobierno que ha perdido su capacidad de manejar la agenda de la calle y busca un escenario frío como lo es un estudio de televisión para, a último momento, detener algo que era una derrota pública e inevitable.

Tanto fue así que a los centenares de jóvenes que marcharon se unieron los profesores y empleados universitarios. De manera que no actuaron solos, sino...

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