Picasso en manos de un electricista

El electricista jubilado Pierre Le Guennec tiene cara de buen tipo. La semana pasada, por medio de un artículo en Libération, se supo que guar dó durante 40 años 271 obras inéditas de Pablo Picasso en el garaje de su casa de MouansSartoux, en el sur de Francia, envueltas en una bolsa de plástico. Él afirma que se los regaló el pintor en 1973. Se conservaron bien, a pesar de los ratones que hay ahí. Le Guennec es muy tímido, habla a trompicones y esconde la cara con las manos en un gesto repetido de impotencia. Cuando se le comenta que los dibujos valen más de 80 millones de euros murmura: Esto no es posible. Esto me sobrepasa. La historia arrancó una ma ñana de 1970. Ese día, el secretario de Picasso, Miguel algo, me llamó por teléfono para que fuera a arreglar el motor del horno que se les había estropeado en su casa de Mougins, que está cerca de donde yo vivo. Fui y después volví mucho, a arreglar luces, enchufes, grifos, a poner un sistema de alarma por toda la casa, recuerda. --Pero cuenta lo del som brero, le ordena su esposa Danielle. Un día, en el que estaba arre glando las luces del jardín, Miguel me dijo que me llamaba el maestro. Yo me acerqué. Estaban desayunando en la terraza. Picasso me indicó que me sentara a su lado. Y se fijó en el sombrero de paja que tenía. Jacqueline Roque, última esposa de Picasso me pidió que se lo regalara. Luego vi que lo había utilizado para un cartel de una exposición en Aviñón. Después, un día de 1973, me ses antes de que falleciera el pintor, cuando Le Guennec se iba para casa después del trabajo, Jacqueline se le acercó: Venía con una caja de cartón y me dijo: `Para ti, de parte del maestro?. Vi que eran unos papeles, unos dibujos, pero no le di mucha importancia, lo metí en la camioneta y me fui. Al llegar a casa los envolví bien y los dejé en una estantería del garaje. Para mí no eran cuadros, no eran pinturas, muchos no estaban acabados, eran dibujos, pruebas, a los que no di mucho valor.... Danielle añade: Tal vez aho ra habríamos hecho otra cosa. Pero éramos jóvenes, no sabíamos. Él tenía 30 años y yo, 27. ¿Por qué ahora? Guardaron el contenido de la caja, pasaron 40 años, y hace meses Le Guennec decidió desenterrarlo. Hace un año me detectaron un cáncer de próstata. Me operaron y aunque estoy bien, pensé que si yo moría mis hijos se iban a preguntar qué eran esos dibujos, así que decidí contar les la historia y para que quedara claro que eran de Picasso me dirigí a los herederos. En enero...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR