Piel negada

Sé que tú no quieres que yo a ti te quiera siempre tú me esquivas de alguna manera. Oscar de León A las comandantas del rencor En estos días dificilísimos pare ciera que la reconciliación en Venezuela se nos desbarata. No hay espacio para el diálogo, la nuestra ha devenido una conversación de fieras. Atragantados por la ira y arqueados en el desprecio mutuo, los venezolanos iniciamos el siglo XXI a mordiscos. La causa principal es que Hugo Chávez ha estructurado una retórica explosiva que mina cualquier posibilidad de encuentro humano y que hinca entre nosotros el menosprecio y la duda. Ni valores comunes, ni heridas históricas ni la sangre derramada por nuestros libertadores, mucho menos los ineludibles derechos humanos, nos anudaban como sociedad. Nuestras pieles se niegan. Sin embargo, toda negación es por sí una provocación desafiante y una convocatoria a la rebelión. Por ello, siguiendo la tradición de la literatura libertina del siglo XVII decidí arriesgar y escribir un poemario erótico que intentase reconciliar a la actual Venezuela. Es decir, un poemario que se rebelara contra el odio instaurado por la revuelta chavista. Lo denominé Piel negada. Anticipo que será un escándalo por su estilo cortesano. Muchos de los poemas fueron escritos para la dama del rey y otros tantos para sus comandantas. En cierta forma, percibo en ellas orfandad de piel, a la vez que una inabarcable rabia que sólo puede ser aliviada con la boca de un rebelde venezolano que todo pide...

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