Playas solitarias con sonido de mar en Los Testigos y II

Cómo llegar. Hay que ir a Río Caribe porque es el punto de partida Âen este caso o puede ser directo a San Juan de las Galdonas, que también requiere escala en Río Caribe. Una opción es volar a Carúpano con Albatros Âla única línea aérea que presta el servicio con un vuelo de lunes a viernes o llegar por la maltrecha carretera Âsi no se cae otra vez el puente de Cúpira. Desde San Juan de las Galdonas se navega dos horas Âcon buen mar hasta Los Testigos. Con un oleaje malandro pueden ser hasta cuatro horas y a toda velocidad. Sugiero agosto, septiembre, marzo o abril. La hora de la comida. Todos sa bemos que comer es un placer especial cuando nos vamos de viaje. Si estamos de campamento, rodeados de naturaleza muy virgen, carentes de cualquier comodidad citadina, la hora de sentarse a la mesa debe convertirse en un evento. Así lo hicimos durante nuestra estadía en Playa Real. Desde San Juan de las Galdo nas cargamos con una mesa de madera de 2 metros de largo por 1 de ancho con sus bancos. Botuto Ânuestro capitán y su equipo de marineros llevaron un par de hornillas potentes y una plancha gigante. Al amanecer se formaban los equipos. Un grupo salía de pesca y el otro permanecía haciendo desayuno. Jamás faltaron las arepas. Había que montar como 40. Podía acompañarse con una tortilla de una auyama que había quedado de la noche preparada con papelón, asada a la brasa bajo la arena, un consomé de pescado, unas huevas frescas y unas ruedas de carite recién salido del mar, además de un generoso plato de queso rallado. Mientras se preparaba el condumio, alguien se ocupaba de picar una piña, una lechosa o una patilla. A las 9:00 am llegaba el equi po pescador. Un loro gigante, una sierra, un carite, algún pargo, una raya y una picúa. El loro se convirtió en suculento ceviche para un mediodía, otro día se hizo con un pargo y le agregamos tomates secos cortesía de Sabores de Paria, la empresa de Tamara Rodríguez y Juan Sará. En las cenas el pescado se comía frito, con ensaladas frescas, papas, o podía ser una pasta con mejillones y una salsa de tomate fresca obra de Juan Sará. La última noche hubo concierto después del condumio. Arrancó Juan Sará con su guitarra y le siguió Horacio Blanco con sus piezas más emblemáticas. Todo el grupo se las sabía. Hasta los pescadores de San Juan de las Galdonas. Continuó Juan con rock y boleros. Muy tarde el gran plan era ver estrellas. Nunca hay tantas como en estos refugios de naturaleza sin luz eléctrica. El...

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