¿Pobres muchachos?

Un dirigente del PSUV, cuyo nombre no vale la pena recordar, se refi rió a Efraín Campos Flores y Franqui Flores, sobrinos de la pareja presidencial y procesados por un tribunal de Estados Unidos, como dos pobres muchachos. De las personas antes mencionadas se podrá decir casi cualquier cosa; pero, independientemente de su origen social, lo que no se puede decir es que sean unos pobres muchachos, víctimas de la pobreza o del ejercicio arbitrario del poder público.Efraín Campos Flores y Fran qui Flores no fueron enjuiciados por robar un pedazo de pan; tampoco se les privó de su libertad por participar en una protesta cívica en contra de un régimen tiránico, o por haber ejercido su libertad de expresión criticando el desmantelamiento de la democracia y la persecución política en su país natal. Ambos fueron acusados de traficar con drogas, que no solo es un crimen que destruye la vida de los jóvenes sino que condena a nuestras sociedades a la corrupción y la violencia.En este caso, no se trata de dos drogadictos sorprendidos cuando intentaban adquirir un insignificante papelillo de cocaína que les ayudara a sobrellevar una existencia miserable. Por alguna razón, no muy difícil de imaginar, ambos contaban con el dinero suficiente para adquirir 800 kilos de cocaína, se movían en las cloacas de la sociedad en que operan los narcotraficantes, y tenían la capacidad necesaria para trasladar esa droga a otras naciones.Dos pobres muchachos nun ca habrían contado con la colaboración de un empresario que pusiera a su disposición un avión privado para viajar al exterior. El ser sobrinos de la pareja presidencial no es un hecho irrelevante, que no tuviera ninguna repercusión en los hechos por los cuales fueron acusados. Puede que Nicolás Maduro y Cilia Flores no tuvieran conocimiento de sus actividades criminales; pero lo cierto es que Efraín Campos Flores y Franqui Flores tuvieron acceso a pasaportes diplomáticos y a la rampa presidencial, lo que garantizó que su cargamento no fuera revisado y que la salida del mismo no fuera...

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