El pogromo no es una desdicha lejana y ajena

Siete diputados de la oposición se encadenaron en el CNE y un funcionario de la GNB, fusil al ristre, los golpeó mientras una horda oficialista les lanzaba bolsas con agua sucia y agredían con particular saña a los periodistas que cubrían el hecho. El diario que dirige el ex profesor Eleazar Díaz Rangel apenas le dedicó 2 líneas y algo menos de 84 caracteres a la protesta. Consideró más importante una banalidad que ocupa la mitad de la página con una foto de Tarek William Saab de 60 centímetros cuadrados. Tampoco eran noticia en la Alemania nazi la llegada de los trenes a los campos de concentración y exterminio, ni nunca Pravda publicó un reportaje sobre lo que ocurría en Kolimá, los crematorios blancos de Siberia. Estamos poco familiarizados con la palabra pogromo, un término que se deriva de la palabra rusa pogrom, que significa devastación y que se usa para denotar matanzas y linchamientos masivos de grupos étnicos, religiosos o políticos.En la Rusia estalinista era una de las muchas opciones del régimen totalitario soviético para deshacerse de opositores o enemigos políticos.En la mazamorra ideológica en la que ha devenido el socialismo del siglo XXI, hay muy pocos seguidores de la literatura soviética. En la pobreza de los discursos en la Asamblea Nacional se nota que ni los descendientes de patriarcas militantes del PCV como Jesús Faría y...

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