Ni los policías están seguros en el Metrocable

La mayoría del tiempo, los funcionarios de la Policía Nacional custodian las cinco estaciones del Metrocable desde unas cabinas. En ocasiones, los agentes policiales recorren las instalaciones del medio de transporte y pocas veces se atreven a transitar por los sectores de San Agustín del Sur. Hacer lo contrario puede poner en riesgo sus vidas. Tal es el caso del oficial de ese organismo, Hamilton Wilkinson Gill, de 28 años de edad, quien fue asesinado el 1 de marzo al mediodía por tres delincuentes que lo interceptaron en las afueras de la estación La Ceiba. Los funcionarios pueden ver, a través de un sistema de grabación, a las personas que utilizan el transporte para percatarse de cualquier irregularidad. Pero las denuncias de los usuarios y vecinos de San Agustín del Sur indican que el método de vigilancia no es suficiente. Hace falta que estén pen dientes de quiénes se suben, porque los policías nunca revisan a nadie, ni saben quién entra y quién sale. Me consta que los malandros muchas veces utilizan esta vía para desplazarse con facilidad, dijo un residente de la zona. El Nacional hizo dos visitas para conocer cómo lidian los habitantes de la zona con los hechos de violencia. La primera se realizó el martes 10 de enero. Ese día, a las 9:30 pm, ocho agentes policiales permanecían dentro de la estación La Ceiba del Metrocable, pero en ningún momento salieron de las instalaciones. Yo no pienso recorrer esos callejones. Son muy peligrosos, dijo una oficial de la PN, que no advirtió la presencia de los periodistas. En una segunda visita reali zada ayer al Metrocable...

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