La revolución pompier

Salvo la pasión por los relojes caros y la práctica del elitesco deporte de nadar en la piscina de Ri co Mc Pato Fondo de Desarrollo Nacional, expropiada y usufructuada por él si algo salía de allí era gracias a su magnanimidad: Creo que algo me queda, solía decir, a la que hacía llegar beneficios que constitucionalmente debían ingresar al fisco o al Banco Central, los gustos de Corazón de Mi Patria eran de una ramplo nería digna del regodeo artístico conocido como camp, analizado por la escritora estadounidense Susan Sontag, cuyos habituales olfatean el hedor y se jactan de tener un estómago fuerte...El libro El oráculo del guerrero, una muestra de las preferencias literarias de quien gobernara este país a lo largo de 15 años, fue ampliamente recomendado, distribuido se hizo una importación especial y finalmente recogido cuando se supo que escondía una sutil prédica homosexual, lo que de algún modo encaja con una de las características de la literatura camp, el gusto por lo andrógino, por lo hermafrodita...Y no se hable de su obra litera ria que nadie conoce: se sabe que escribió un cuento y lo mandó al concurso anual de El Nacional y nunca más se supo de él más suerte tuvo el relato netamente camp de Jorge Rodríguez...mientras que su obra pictórica es ampliamente conocida todos los autócratas son malos pintores y es más propia del arte pompier en francés, bombero, basto, sin mérito.Lo que sí es...

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