Ponme la mano aquí

Detrás de la polisemia y la intriga que per se puede generar es te título --Ponme la mano aquí-aparecen una se rie de relatos cortos en donde se conjugan diversidad de discursos, poniendo énfasis en la temporalidad, lo surreal, lo invisible y como cierre un relato minucioso de la situación cubana en torno a lo que podría llamarse un estado de sospecha generalizado. He aquí el panorama primordial de Alfredo Sainz Blanco Sin embargo, de manera in esperada, el texto se inaugura con dos relatos de gran contenido erótico; una erótica de la tensión de los sujetos implicados en ella. Aparecen así Ponme la mano aquí y El coloquio de los ebrios y el trabuco naranjero. En el primero de ellos la tensión se hace crítica por la distancia infinita que se genera de piel a piel desde lo lejano, desde lo sutil y el toque de lo invisible. No obstante, en el segundo relato el tono es de mayor exuberancia en cuanto a la figura humana y se establece un discurso lésbico que el autor se atreve a ficcionalizar desde la perspectiva masculina; tarea difícil ésta, pero que logra con una gran verosimilitud. De igual manera el toque inexistente y el abordaje de la sensualidad a través de la palabra y lo imaginario toman el rol principal. Pero cuando ingresamos en la segunda parte del texto --Cantarcillos-aparecen una serie de cuentos con un discurso diametralmente opuesto a los anteriores, con la salvedad de lo sutil y la maestría del lenguaje. Observamos aquí la mirada que se hace casi metafísica en relación con un otro fantasmático, la vida se hiperboliza en la historia de un segundo, y así es como lo onírico resalta en esta sucesión de relatos. Tal es el caso de En el sueño que sueño donde debemos detenernos un momento para considerar el aspecto gráfico del cuerpo literario, en el que una movida acrobática enlaza a manera de arco tipográfico el final con el comienzo, aludiendo a la atemporalidad que experimenta el soñador. Y es que, de igual manera, en el aspecto gráfico, hay que señalar la intervención de Zapata en las viñetas del libro, lo cual le da un toque de gran exquisitez, añadida a lo delicado de los cuentos en sí. En esa pluralidad de discur sos que explora el autor, hay de todo un poco, pero siempre desde la intencionalidad estética. Así, el humor negro es un elemento que es abordado en Elsitaciones donde el suicidio entra en la categoría de lo cínico; un cinismo limpio, absolutamente depurado. No queda exenta de esta exu berancia de relatos el caso de...

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