Postulaciones / Chávez pide unidad para labrar la victoria

Una caravana salió de Miraflores y en un camión iba Hugo Chávez, acompañado por sus hijas Rosa Virginia y Rosinés, y escoltado, en otros carros, por miembros del gabinete. Luego de cruzar la plaza O'Leary, llegó hasta el Consejo Nacional Electoral. Las tomas de televisión permitieron ver cuando el Presidente bajó los escalones del camión, mas no cómo fue su entrada ni su salida del Poder Electoral, ni de qué manera se montó en la tarima. Una vez en el recinto habilitado para las postulaciones, se le permitió entregar los recaudos y pronunció un discurso, lo cual no hizo Henrique Capriles Radonski el domingo pasado. Se comprometió a respetar los resultados del 7-0 y alabó al CNE: "Me rindo ante ustedes como árbitro electoral". Tras el acto protocolar, en la tarima dispuesta en la plaza Diego Ibarra cantó con Cristóbal Jiménez, Cristina Maica y Reina Lucero. José Vicente Rangel fue el encargado de presentarlo como el "candidato invicto", mientras que la propaganda oficial lo describe como "Chávez, corazón de mi patria". El discurso se convirtió en una contraofensiva. Primero, buscó desmontar la matriz de que tiene los "días contados", debido a su enfermedad, por lo que habló 2 horas y 40 minutos, cantó, bailó y rechazó "los diagnósticos necrofílicos". Por eso dio gracias a Dios y al pueblo por la vida ("Gracias a Dios por permitirme estar de pie. Venimos de milagro en milagro y con la ayuda de Dios seguiremos venciendo", exclamó), y luego explicó por qué llegó en carro y no caminó: "En los requisitos del CNE no se exige caminar 20 km. Quieren saber esto por una doble intención: juegan a que estoy en los últimos días, con bastones, en silla de rueda. Pronto jugaré pelotas".

En segundo lugar se arrogó los símbolos patrios y, al igual que Capriles, vistió uniforme con la Bandera Nacional y señaló que su programa de gobierno representaba la "patria, el otro, la antipatria". El programa Âdijo consta de cuatro "objetivos históricos": consolidar la independencia y el socialismo, convertir al país en una potencia, mantener la ecología y "salvar el planeta". Tercero, advirtió sobre lo negativo de ser triunfalista porque, como en el beisbol, hay que cantar el último out. Sin embargo, señaló que era imprescindible la "unidad verdadera" para ganar. "Hay que labrar la victoria. ¡Unidad, unidad, unidad!", instó a las fuerzas que lo apoyan mientras, de forma reiterada, hizo propaganda al partido Rede, de Juan Barreto, y se refirió de manera cordial a...

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