Precios del petróleo

El aumento de los precios del petróleo, provocado por la recuperación de la economía mundial y exacerbado por la crisis política en el norte de África, ha alegrado sobremanera a los gobernantes de Venezuela, que creen así poder disfrazar la profunda crisis económica que vive el país gastando alegremente los ingresos extraordinarios generados por nuestro principal, y casi único, producto de exportación, asegurándose una bonanza en los dos años previos a las elecciones presidenciales de 2012.

Esa riqueza fortuita les permitiría revertir su alarmante pérdida de popularidad y el rechazo que han creado 12 años de mal gobierno, e iniciar un nuevo ciclo de dádivas y promesas incumplidas de cara al acto electoral para salvar su "revolución", que aspiran a que sea tan longeva como los regímenes de Mubarak, Ben-Ali, Gadafi o los hermanitos Castro.

Pero quizás Chávez y los suyos estén contando los pollos antes de nacer. Por varias razones. Si bien es cierto que los ingresos petroleros extraordinarios se producirán y deben ser bienvenidos, pues representan un salvavidas en medio del naufragio, también deben tenerse en cuenta otros factores, muchos de ellos de carácter económico.

En primer lugar, la baja capacidad de producción de Pdvsa y su descalabro operativo impiden aprovechar plenamente los actuales precios petroleros. En segundo lugar, la misma situación económica y política que ha estimulado el alza en los hidrocarburos ha llevado a que se revaloricen otros productos básicos, en particular los alimentos.

De hecho, desde 2009 el indicador de precios de los alimentos cotizados en los mercados internacionales...

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