Los presidentes confiaban en los médicos del país

La mayoría de los ex presidentes venezolanos del período democrático no sufrieron en el ejercicio de sus funciones percances médicos que les hicieran suspender giras, actos públicos o audiencias. Las afecciones más comunes Âhipertensión, gripes y malestares gástricos estuvieron asociadas a los estilos de vida de los mandatarios.

Aunque es obligatorio contar con un especialista de la medicina en la Presidencia de la República, la mayoría de los jefes del Estado seleccionaban a amigos personales para que los acompañaran. Amadeo Leyba Ferrer, quien fue presidente de la Federación Médica Venezolana, relata que al preguntarle a Luis Herrera Campins por qué tenía un obstetra como médico, el ex mandatario contestó: "Porque gobernar es un parto".

Obligación con el país. Alberto Guinand, que fue médico de Eleazar López Contreras en sus últimos 10 años de vida, y posteriormente atendió a Rafael Caldera en el segundo período presidencial, afirma que aún cuando un presidente de la república es un paciente como cualquier otro y hay que guardar el secreto profesional, no es menos cierto que es una persona pública, que no se debe a sí mismo sino a todo un país: "Si el paciente está muy mal, el médico tendría la obligación de darle la libertad de difundir con cuidado y moderación lo que se haya diagnosticado".

Recuerda que en el caso de López Contreras, acudía a la residencia presidencial para hacerle el chequeo médico una vez por semana. "Cuando tuve que hospitalizarlo porque le dio un infarto y me dijo rotundamente que no, le contesté: `Usted sabe cómo es la cosa, aquí el que manda soy yo.

Ahora yo soy el general en jefe y usted, un soldado. Y me hizo caso".

Rubén Coronil, médico de la Presidencia, recuerda que Caldera lo llamaba cuando era necesario. "En una oportunidad se comenzó a correr el rumor de que tenía cáncer de próstata, y él me preguntó qué íbamos a hacer. Le mandamos a hacer el antígeno prostático, que arrojó valores normales, y aprovechó él mismo en televisión para enseñar el examen".

Durante la primera presidencia, Caldera no tuvo mayores problemas porque todavía estaba joven. Pero en el segundo período estaba afectado por el mal de Parkinson y había que tener los cuidados del caso.

Guinand, que era militante del partido Copei, afirma que en el país había mucha confianza en los médicos venezolanos. Él llegó a tratar políticos hasta del Partido Comunista.

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