El primer de los primeros días de clase

Con el inicio de un nuevo año escolar se acerca un evento que llena de emoción y ansiedad a padres e hijos por igual: el primer día de clases en el preescolar. Los pequeños que pasaron por la guardería ya vivieron la experiencia de compartir con otros niños de su edad y de separarse de mamá y papá. Pero cuando el retoño sale directo de casa a la escolaridad, el cambio es mayor.Prepararlo para afrontar su primer día de clases puede evitar llantos en la puerta del plantel. Lidia Gioiosa, psicóloga, destaca la importancia de conversar con el niño con suficiente antelación: Pueden motivarlo, decirle que irá a un sitio a conocer muchas cosas nuevas. Eso le da la seguridad de saber lo que va a ocurrir.Otra manera de incentivar al futuro estudiante es comprando los útiles juntos. El día antes pueden preparar el bolso en familia.Las temidas lágrimas. Una vez que comience el preescolar se abrirá un mundo para el niño.Todo será una novedad: el colegio, los juguetes, las normas y los amigos. Aprenderá a relacionarse con sus compañeritos y con otros adultos. Los papás deberán brindarle el apoyo necesario y darle las herramientas suficientes para que supere angustias e inseguridades, explica Gioiosa.Es normal que el pequeño llore cuando lo dejan en el plantel los primeros días. Algunos institutos poseen políticas flexibles en cuanto a la estadía de los padres durante el período de adaptación. Eso es bueno porque pueden conocer el sitio juntos.Las docentes y auxiliares es tán preparadas para atender el malestar de los pequeños cuando se muestran desconsolados. Es importante que les brinden mucho afecto y los animen mediante cantos y juegos. Además, la comunicación entre las maestras y los papás es clave para detectar si el alumno tiene dificultades para acoplarse a la nueva rutina.Participar en las reuniones y entrega de boletas permite a los padres aclarar dudas sobre el comportamiento de los hijos y les da la oportunidad de involucrarse con su vida escolar.El reto de compartir. Para algu nos chiquitos, especialmente los hijos únicos, compartir los juguetes con otros niños es un verdadero reto. Mercedes Pecchio, licenciada en Educación, explica que en la primera infancia hay una fase de egocentrismo que se prolonga hasta los tres años, aproximadamente.Hay estrategias que pueden hacer más sencilla esta etapa y acostumbrarlos a alternar los objetos de uso cotidiano con sus compañeros. Recomiendo a las maestras que tengan, como mínimo, cinco o seis...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR