El problema es macroeconómico

¿Cómo puede una familia protegerse ante la crisis económica? Esa es la pregunta reiterada donde quiera que uno va y no faltan los buenos consejos de especialistas en finanzas personales: recortar gastos innecesarios, procurar una fuente extra de ingresos, ser prudente con las tarjetas de crédito, ahorrar en bienes durables, invertir en educación, y así por el estilo. Lamentablemente, aunque sensatos y bien intencionados, dichos consejos son útiles solo para una fracción de la población que cuenta con activos suficientes, oportunidades de inversión o capacidades para el emprendimiento. Para la enorme mayoría trabajadora dichos consejos suenan huecos, desconectados de su realidad personal: ¿qué gastos vamos a recortar si apenas comemos?, ¿qué ingreso extra podemos procurar si en casa trabajamos todos y aun así no alcanza?, ¿qué vamos a ahorrar si más bien pedimos fiado? En la literatura especializa da son bien conocidos los caminos que en época de crisis transitan las masas trabajadoras: comen menos, recortan los gastos en salud y educa ción, venden cualquier activo a la mano, recomponen su núcleo familiar o migran. Todas medidas extremas, que no solo reducen su calidad de vida sino que erosionan las capacidades productivas del hogar y sus perspectivas a futuro. La realidad es que ante una crisis económica como la que transitamos no existe protección efectiva a nivel individual, lo que no significa que no exista nada que hacer. Este es el momento de la acción colectiva porque el problema es macro y las soluciones son macro.Ciertamente es importante organizarse para las elecciones parlamentarias de diciembre, y en eso estamos trabajando a pesar de todo el ventajismo oficialista, pero son cuatro meses largos y en el ínterin la inflación y la escasez no dan tregua al pueblo. Precisamente para entorpecer el justo reclamo de la masa trabajadora el régimen viene implementando una estrategia de tres ejes: i criminalizar, censurar y reprimir toda forma de protesta; ii fragmentar, desconocer y perseguir al legítimo movimiento sindical; y iii ocultar y distorsionar información básica que, como las...

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