Una propuesta impúdica

La providencia que permite la importación con dólares subsidiados de arbolitos para que los venezolanos retomen la costumbre, repudiada por Chávez la consideraba ejemplo de la alienación cultural y la pérdida de identidad estimuladas por el modo de vida capitalista, de plantar, por esta época, pinos canadienses, o sus imitaciones sintéticas, cargados de esferas, guirnaldas y luces multicolores, pareciera un tanto a favor del enemigo en la asimétrica guerra que libraba contra el imperio en su no muy bien amoblada sesera; el heredero, sin embargo, se decantó por la nórdica usanza, sin importarle que su idolatrado paladín pudiese estar revolcándose en la tumba a la que dispensó una reverencial vista el pasado 5 de diciembre, como ha hecho, mes a mes, desde que fue gratificado con el premio gordo de la sucesión; pero esta vez, impelido seguramente por la resaca moral y el sentimiento de culpa del simbólico parricidio implícito en su infidelidad al paracaidista barinés.El arbolito, pues, la ha gana do un roud al nacimiento, pero no el match, porque persiste el hábito de improvisar pesebres en los recintos donde se prestan servicios al público, a fin de que éste, imbuido del espíritu pascual, se baje de la mula y arroje sobre ellos algodón y no ciertamente de azúcar para ayudar a causas inexistentes; un ritual deplorable, como lo es el del cochino que nos acecha por doquier y nos obliga a dar aguinaldo a gente que ni siquiera conocemos. No son, empero, los pedigüeños y el pase de raqueta las coordenadas que definen estas líneas, sino los belenes, pesebres o nacimientos.La idea me sobrevino bus cando entre libros sobre pintura alguna aproximación del arte moderno al nacimiento de Jesús, un tema que, aunque inspiró a Giotto, Botticceli, Tintoretto, Rembrandt o Durero, entre otros grandes y notables maestros, no entusiasma fuera del realismo y la figuración; hay, sí, una obra ¿escandalosa, sarcástica, herética? de Max Ernst, pintada en 1926, que muestra a la Virgen madre propinándole nalgadas al niño Dios ante tres testigos Bretón, Éluard y el autor cuyas cabezas asoman por una especie de tragaluz en una composición con mucho de surrealista.En mi exploración di con un recorte del Heraldo de Aragón, fechado en diciembre de 2012, donde se cuenta que, para celebrar el alumbramiento de María y los 75 años del Guernica de Picasso, los estudiantes del colegio Montessori de Zaragoza elaboraron un belén de corte cubista, basado...

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