Proyecto de ley de desarme no regula el desvío de armas

Diputados de oposición y del oficialismo, así como representantes del Gobierno, apuestan por la aprobación en segunda discusión del proyecto de ley para el desarme y control de armas y municiones con el fin de disminuir la inseguridad en el país y reducir la tasa de homicidios que, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de la Violencia, el año pasado se situó en 57 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Además, estudios del Incocec indican que 98% de las muertes violentas están relacionadas con un arma de fuego. Pero el instrumento legal, que incluye un programa nacional de canje de armas por oportunidades y campañas para promover la paz, no sería suficiente para frenar la violencia en el país pues, entre otros aspectos, no regula la venta ilegal de armamento. Algunos especialistas consideran que el texto, lejos de atacar problemas de fondo en la materia, sólo se basa en planes que se pudieran adelantar sin la necesidad de la promulgación de una ley. El proyecto de ley fue apro bado en primera discusión en enero de 2010. Desde esa fecha, los diputados que integran la Comisión Mixta para el Desarme no han establecido regulaciones para controlar el desvío de armas o el origen de éstas.El diputado Freddy Bernal, presidente de la Comisión Mixta para el Desarme, aclaró que la intención no es tener una ley penal. Tiene que ser pedagógica, para orientar, no para perseguir; sin embargo, hay debate y penas previstas. Si al final no se requieren, eso será el resultado del debate, dijo en una consulta pública efectuada en Vargas el pasado viernes. El parlamentario del PSUV José Javier Morales explicó que el texto legal estaría diseñado para complementarse con otras leyes: En las modificaciones que se le van a realizar al Código Penal, tenemos pautado incluir el aumento de las penas a quienes incurran en el comercio y porte ilícito de armas. Fortalecer el Cicpc. El crimi nólogo Fermín Mármol García considera que el proyecto que está en discusión en la Asamblea Nacional para prevenir y reducir la violencia demuestra que no hay voluntad política para entrar en el epicentro del problema del control de armas en Venezuela. En esta iniciativa no se hace referencia a planes para desarmar a grupos como los del 23 de Enero o al Frente Bolivariano de Liberación. Con el texto, el que sale golpeado es el ciudadano decente, pues se quiere impedir que las personas entren armadas en el transporte público y lo que no se sabe es si alguno de ellos es vigilante o...

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