El público esperó más de dos horas para ver a Julio Iglesias

Julio Iglesia y las empresas Infinity Show y Solid Show, organizadoras de su recital en Caracas, ofrecieron al público una noche para olvidar, el pasado sábado. Los espectadores, en su mayoría mujeres de la tercera edad, esperaron de pie durante más de dos horas para ingresar al estacionamiento del CCCT. El concierto estaba pautado para las 8:00 pm, pero a esa hora apenas estaban ingresando los baños portátiles, las mesas y sillas, un proceso que se extendió hasta más allá de las 9:30 pm. No hubo una explicación oficial ni por parte del artista ni de los organizadores. De manera extraoficial se atribuyó el problema a la lluvia, a pesar de que había escampado a eso de las 5:00 pm. Iglesias, el cantante hispano más exitoso, con 300 millones de discos vendidos, apareció en escena a las 10:00 pm. Abrió su presentación con el tema Quijote, ante el mutismo de los espectadores, que castigaron el retraso y la desorganización con indiferencia. Las fallas de sonido fueron una constante, y por ello el público Âque no ocultó su cansancio y malestar no sólo fue parco en aplausos, sino también abucheó al artista. No se escucha, gritaban en general. ¿Están escuchando bien?, preguntó Iglesias. La gente le gritaba: No. Subió la voz, se pegó el micrófono a la boca y se dispuso a cantar Échame a mí la culpa. Nathalie, La gota fría, Ma nuela, Crazy y Un canto a Galicia fueron algunos de los temas que interpretó el español en su recital, de hora y media de duración, como parte de la gira mundial 1 World Tour. En varias canciones, una pareja de bailarines de tango acompañaron a Iglesias y sus coristas. Están pensado que tengo algo con alguna de ellas. ¡Piensen mal y acertarán!, dijo. Poco después, llamó a una de las cantantes y la besó en...

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