No se puede hacer curaduría o dar un premio basado en el género

Hace más de una década que Lucía Pizzani hizo sus maletas para mudarse pri mero a Nueva York, y luego a Londres. Fue precisamente viviendo en el exterior que cayó en cuenta de lo sexistas que pueden ser algunos cumplidos socialmente aceptados en Latinoamérica. Allá a nadie se le ocurriría decirle a una mujer: `Usted es una buena artista y además es guapa’. A fin de cuentas nadie le dice a un hombre: `Felicidades por la exposición y, por cierto, ¡qué bien luce usted!’. Está fuera de lugar, asegura la creadora, que hace un mes ganó el Premio Eugenio Mendoza con una obra que reflexiona sobre el suicidio femenino en sociedades tan dispares como la canadiense, la británica, la dominicana y la venezolana.La feminidad ha sido la constante que ha guiado la obra que desarrolla en el campo de las artes visuales.--¿Por qué aborda la obra de arte desde la perspectiva de género? --Al principio de mi trabajo artístico con mi propio cuerpo, lo femenino estaba siempre presente. Para mí era algo obvio: soy mujer y hago obras autorreferenciales. Sin embargo, me sorprendía que la gente me preguntara si mi trabajo era feminista. En ese punto prefería decir que era senci llamente femenino. A partir de la exposición Vessel, que presenté en la galería Fernando Zubillaga Caracas, 2008 y de la maestría en Bellas Artes que cursé en el Chelsea College of Arts, en Londres, ese discurso evolucionó. Comencé a investigar más sobre la mujer, a buscar referencias de artistas como Ana Mendieta y Francesca Woodman.Ellas también trabajaron con el cuerpo en los años setenta.Fue así como me fui metiendo cada vez más a profundidad a un tema de género que fue surgiendo a través de investigaciones históricas. Luego presenté la muestra Orchis, en la que trabajé con el tema de las sufragistas. Pienso que el cuerpo y lo femenino siempre estuvo allí.Tanto Mendieta como Woodman tuvieron muertes muy trágicas, cayeron desde las ventanas de sus casas en Manhattan. Ellas reflejaron lo difícil que es surgir siendo mujer, incluso en el campo del arte.En su obra se expresaba también de alguna manera ese estado de angustia, el cuerpo fragmentado, una especie de agresividad y el tema de la muerte. En el caso de Woodman, ella se suicidó; en el de Mendieta, se cree que su esposo la pudo haber empujado.El tema lo enlazo con la pieza, que reúne las historias de cuatro mujeres que cometieron suicidio en cuatro lugares distintos.--¿Con qué expectativas envió la obra al Premio Mendoza, un galardón que...

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