Puentes de guerra

La imagen del puente de Cúpira ocupa la primera página de todos los diarios del país. Los hie rros retorcidos, el concreto roto, la calamidad. ¿Resultado concreto? Una vez más, como si viviéramos antes del primer día de la creación, el oriente del país queda aislado. Pero más allá del recurren te desastre vial hace dos años también se vino abajo esa vieja estructura, el desdichado puente de Cúpira funciona como metáfora perfecta de un país que se viene abajo por la aparente indiferencia e ineptitud de sus gobernantes, pues lo cierto es que, como le informó a este diario Enzo Betancourt, presidente del Colegio de Ingenieros de Venezuela, el deterioro de la infraestructura física del país, en el caso de los puentes, alcanza entre 80% y 90%, mientras que las fallas en las vías está entre 60% y 70% de las carreteras y autopistas. O sea, que por omisión, la culpa de lo ocurrido y de lo que sin duda ocurrirá es del Gobierno central. La realidad y las cifras no mien ten. Venezuela se cae a pedazos. Aquí y allá, desde hace años, ante la mirada indiferente de Miraflores. Metáfora terrible de tiempos difíciles, cada día un nuevo lamentable aldabonazo al que Hugo Chávez, dedicado exclusivamente a la tarea, dice él, de construir una sociedad socialista, no le hace el menor caso. La improvisación oficial queda estos días en evidencia en Cúpira y también en Ciudad Caribia, donde los técnicos encargados de edificar a toda prisa porque las elecciones están a la vuelta de la esquina las viviendas que no han sido capaces de levantar en 14 años, acaban de darse cuenta de las penurias que padecen los primeros habitantes de nuestra modélica ciudad socialista, porque nadie había previsto dotarla de un distribuidor que les permitiera el acceso a la autopista. Un obstáculo que obliga a muchos, para evitar las periódicas y larguísimas interrupciones del tránsito por la autopista, a emprender su camino por la vieja carretera Caracas-La Guaira, sólo para descubrir que ese camino, rehabilitado sobre la marcha cuando el desplome del viaducto número 1, es de nuevo ahora prácticamente intransitable. Tal como le ocurre a la vía alterna de los llanos para ir o venir del oriente venezolano. Sin el puente de Cúpira, se necesitan 16 horas para cubrir el recorrido MaturínCaracas. El vicepresidente Elías Jaua, desde...

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