A puertas cerradas

Esta semana ha comenzado el esperado juicio en contra de Walid Makled, acusado de tráfico de drogas y de homicidio. Pero no se trata sólo de eso; el juicio en su contra reviste interés público por sus conexiones con el Gobierno, que se tradujeron en privilegios inimaginables, y que, entre otras cosas, comprometen la responsabilidad de quienes manejan los puertos y aeropuertos venezolanos. Paradójicamente, en momentos en que nuevamente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha cuestionado la falta de independencia del Poder Judicial, la prensa y el público no han tenido acceso a este juicio. No es que, abiertamente, se haya declarado que el juicio sería a puertas cerradas; pero, de hecho, así ha sido, impidiendo que la prensa y el público pudieran ingresar a la sala. El artículo 257 de la Constitución señala que el proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia, por lo que se garantiza que éste será público. Asimismo, el artículo 271 reitera que, respecto de los delitos de drogas, delincuencia organizada, delitos contra los derechos humanos, contra el patrimonio público, o tráfico de estupefacientes, el procedimiento será público. Además, las obligaciones internacionales asumidas por el Estado, en el marco del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, requieren que la administración de justicia sea pública. La justicia secreta no tiene cabida en una socie dad democrática; uno de los rasgos esenciales del proceso es que éste sea público, para que se vea que se hace justicia. No se trata solamente de que las partes tengan acceso al expediente y a las pruebas disponibles; la sociedad en su conjunto también tiene derecho a conocer la verdad, y a poder apreciar las actuaciones procesales, la evidencia disponible, y la transparencia e imparcialidad de las decisiones que tome el tribunal. Gracias a la publicidad procesal, como una garantía del debido proceso, es que podemos confiar en la actividad de los jueces Sólo en un...

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