La puesta en escena de Mario Bellatin en la FILCR2013

Mario Bellatin abrió el ciclo de presentaciones de la XIV Feria Internacional del Libro de Costa Rica 2013 con La jornada de la mona y el paciente Germi nal, 2012. Vestido de negro, el escritor mexicano nacido en 1960, no trajo consigo ninguno de los ganchos aerodinámicos que adhiere a su antebrazo derecho. The Tico Times, el periódico en inglés de Costa Rica, envió un tuit que decía: Qué pena he’s not wearing his Capt Hook prosthesis.Una densa presentación de su editor, Juan Hernández, dio inicio a la charla seguida de las palabras de Bellatin. El autor comentó que la portada fue hecha por el nieto de Diego Rivera: pudo captar mejor el espíritu del libro que yo mismo, dijo. Y agregó que ahora lo entendía, porque en realidad no recordaba nada. El escritor le pedía disculpas a la gente y aclaraba que no estaba enviando mensajes con su teléfono, sino que escribía su última obra: una novela sin lugar de comodidad, movible, que se desplazaba por toda la feria mientras estaba siendo escrita. Confesó haberla trabajado con su iPhone en el Parque de Chapultepec. Durante el resto de la primera jornada observaríamos a un Bellatin relajado, bromista, conversador, sencillo, accesible, deambulando en la planta baja del Salón del Cuño.Al día siguiente, vestido de blanco, presentó su segunda obra publicada en Costa Rica, en la que Hernández y esto lo había anunciado Bellatin el día anterior imprimiría en vivo el libro, de manera tal que la gente presenciara el proceso de elaboración del mismo.Cuando el sol ya empezaba a ocultarse, se dio inicio a la charla con Karina SalgueroMoya, directora artística de la FILCR2013, mientras Hernández, frente al público, procedía a encolar Los fantasmas del masajista. En tanto, Be llatin trazó un entramado del origen del libro: habló de Chico Buarque, de la madre de César Aira, de un museo de cosas inútiles y otras delirantes interconexiones.En la página 22 del libro lee mos: Yo, de alguna manera, deseo pasar por alto casi todo el tiempo los malestares físicos que me suele causar mi falta de antebrazo. Trato de hacer ver, a mí mismo y a los demás, como que no existe tal anomalía. Que los dolores de espalda que siento casi todo el tiempo, que el aspecto torcido que acostumbro presentar, se deben más...

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