Punto penal

Salta le ha regalado silencio y paz a la selección. A los pies de las montañas, las mañanas de la localidad son frías, y las tardes sólo un poco más cálidas que en La Plata. El escuadrón Vinotinto revolucionó en alguna pequeña medida la vida apacible que se lleva en esta ciudad del norte argentino. La gente en las calles sabe que el equipo de Venezuela ya está en la ciudad para disputar los únicos dos partidos que le corresponden a esta sede en la Copa América. Ojalá esa paz, que tanto anhelan en el alto mando de la escuadra nacional, se traduzca en la tranquilidad hacia el exterior. Los predios de entrenamiento para los venezolanos, incluso, quedan alejados de la ya de por sí apacible ciudad. La gente pregunta por los movimientos del combinado patrio. Quizás los criollos tengan oportunidad de compartir con ellos incluso antes del primer partido. Ese tipo de cosas les permitiría ir ganándose la simpatía de la gente, más allá del empate ante Brasil. La realidad salteña es radicalmente opuesta a la que se vive hacia la capital del país. Aunque la decisión final recae en las manos del cuerpo técnico. El ambiente en el seno del grupo es muy...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR