Rápidos y furiosos

Muchos peloteros se hacen famosos por los dantescos jonrones que sacuden, otros tantos lo hacen por la habilidad y velocidad que demuestran a la hora de correr las bases; pero son muy pocos, los que como Carlos González, destacan en ambos aspectos.Él es un pelotero especial; tiene las cinco herramientas, comenta el scout internacional, Francisco Cartaya, al comenzar a describir al marabino de 27 años de edad; un toletero que además de velocidad y poder ofrece un potente brazo, elegante defensa y habilidad para batear con contacto. No en vano los Rockies de Colorado le entregaron un contrato de siete temporadas a cambio de 80 millones de dólares.Es como tener un carro con la fuerza de un Ferrari, que brinde el confort de una primera clase de un avión lujoso y tenga la elegancia de un RollsRoyce. Lo tiene todo, compara Cartaya.Si bien González no desarro lla la velocidad de un Ferrari, su talento le permitió esta semana erigirse en apenas el cuarto venezolano en la historia en estafar al menos 100 almohadillas y tener más de 100 jonrones en las grandes ligas, un club que fundó David Concepción en 1986 101 estacazos y 321 robos y que sólo cuenta como socios con Andrés Galarraga 399 cuadrangulares y 128 estafas, Bob Abreu 287 bambinazos y 399 robos y ahora CarGo 120 vuelacercas y 101 estafas.Creía que Luis Aparicio lo había hecho también. No pensé que yo era el pionero de ese grupo tan especial; dice sin tapujos Concepción, en referencia al único criollo que hasta ahora cuenta con su vitrina en el Salón de la Fama de Cooperstown.La verdad es que Aparicio, que se estafó un total de 506 cojines durante su andar de 18 temporadas 1956-1973 por los terrenos de las mayores, concluyó su carrera con 83 cuadrangulares; una cifra nada despreciable para los campocortos de la época.En el beisbol de ahora se le da mucha importancia a los jonrones. Todos los jugadores, hasta los shortstops, están pendientes de sacar la pelota del parque. Por eso es tan satisfactorio ver a alguien que también le regale al beisbol el arte de robar bases, que dicho sea de paso, no es nada fácil, señala Concepción, quien junto a Pete Rose, Tony Pérez, Joe Morgan, Jhony Bench y otras estellas integró la Maquinaria Roja de Cincinnati que marcó los años setenta de la gran carpa.Robar una base no es cual quier cosa. Además de correr rápido tienes que ser inteligente, estudiar los movimientos de los lanzadores para encontrar el momento justo de arrancar.Es un proceso que debe ser...

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