Rajatabla conmovió con Cuando quiero llorar no lloro

Si Venezuela, en lugar de un país, fuese una persona, seguramente sería hombre y no superaría los 18 años de edad. Se llamaría Victorino y tendría tres caminos para buscar su lugar en el mundo: lograr que el padre le comprase un Maserati, unirse a la lucha armada o asaltar una joyería. Así lo retrató Miguel Otero Silva en su novela Cuando quiero llo rar no lloro, cuya versión tea tral a cargo de Rajatabla conmueve al espectador hasta las lágrimas. La pieza presentada en el Teatro César Rengifo muestra un país joven sumido en la violencia, en los años de la democracia representativa. La adaptación de José Domínguez mantiene la estructura narrativa de tipo coral del texto original. La escenografía es mínima: dos barriles y un dispositivo de dos niveles pintado con los colores de la bandera, que permite seguir acciones simultáneas arriba y abajo. El montaje se caracteriza por los rompimientos de tiempo y espacio. Las transiciones entre una y otra escena vienen determinadas por la música y por los avances de última hora que transmite la radio. Victorino Peralta, un patotero del Country Club, hace de las...

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