Raza indomable

El autócrata extrae de la historia lecciones racistas, como la de considerar a los co lombianos hijos de Santander y, por lo tanto, traidores y asesinos, a diferencia de los venezolanos, hijos de Bolívar y herederos de todas las virtudes del Libertador en realidad pocas; y su nacionalismo bolivarianismo psicótico-maníaco depresivo, persecutorio, de grandeza resulta tan absurdo, tramposo y chocarrero que apenas merece una respuesta a lo Carlos Andrés Pérez: ¡Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario!. Pero no es el único en con fundir raza con patria, historia con nacionalidad, nación con identidad o un barajo de todas esas palabras, todas contra todas... Muchos ricos en teoría, copropietarios de una riqueza petrolera que nos empobrece cada vez más, repitieron hasta la saciedad que los colombianos sacaban a uno las medias sin quitarle los zapatos y que sus vagabundos eran tan crueles que mutilaban a niños para ponerlos a pedir limosna, y ahora resulta que en Caracas todos los días hay una docena de candidatos a que les canten el corrido de Rosita Alvirez o Rosendo Abriles, versión masculina: El día que la lo mataron / Rosita Rosendo estaba de suerte / de los tiros que le dieron / sólo uno era de muerte. Me cuento entre los que creían que los venezolanos, a diferencia de otros latinoamericanos, eran orgullosos y no pedían, eran...

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