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80% de los reclusos se alimentan con la comida que les llevan sus familiares

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Vincent

El Estado no ha logrado cubrir las necesidades alimentarias de la población carcelaria: 80% sobrevive gracias a los víveres que sus familiares les llevan durante las visitas. Esta afirmación fue hecha por Carlos Nieto Palma, director de la ONG Una Ventana a la Libertad, que señaló que la medida de la ministra del Servicio Penitenciario, Iris Varela, de negar a los familiares el ingreso de alimentos a las cárceles de Rodeo I, en Miranda, y en el Centro Penitenciario de la Región Andina, en Mérida, es sólo otra estrategia improvisada de la funcionaria. Los familiares son los prin cipales proveedores de los presos en las cárceles, porque desde hace muchos años la comida que se sirve en los penales es de mala calidad. De hecho, los familiares han ayudado a solucionar este problema, que es apenas uno de los tantos que tiene el sistema penitenciario venezolano, comentó Nieto Palma. El anuncio de Varela fue he cho el miércoles en su programa radial No te prives, en el cual ratificó que la decisión se tomó porque las autoridades han descubierto porciones de droga en los paquetes de alimentos que los familiares han intentado ingresar al centro de reclusión. Esta medida es para evitar que se continúe con la insana práctica de introducir sustancias ilícitas en los penales, señaló Varela en su programa radial, según una nota de prensa enviada desde su despacho. Nieto Palma aseguró que la intención de prohibir el ingreso de alimentos sólo en dos cárceles del país es para ir probando la resistencia de los reclusos e implementar progresivamente la iniciativa en los demás penales. Es exactamente igual que con las pernoctas. Primero lo anuncias en cinco cárceles y poco a poco lo extiendes a las demás, dijo. Fallas en las cuentas. El pre supuesto para la alimentación de la población reclusa del país es el mismo desde 2007, de acuerdo con datos aportados por ex funcionarios de la Dirección Nacional de Servicios Penitenciarios. La memoria y cuenta del Mi nisterio de Relaciones Interiores y Justicia de 2010 cuando las cárceles aún pertenecían a ese despacho refiere que ese año se sirvieron 44.414.967 comidas para los 43.520 reclusos que estaban en las cárceles del país. Con dos operaciones matemática se puede concluir que al menos 2.958 reos no recibieron ninguna de las 3 comidas diarias del Estado. La relación se saca al multiplicar el número de presos por tres comidas diarias. Multiplicar ese resultado por los 365 días del año y restar el resultado al número...

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