Redescubren en Venezuela la obra de August Nölck

A las obras de August Nölck se les sacudió el polvo para lucirlas ante el público venezolano. Un trabajo de investigación comenzó hace cinco años en Dresden, Alemania, una ciudad que fue devastada por los bombardeos ingleses durante la Segunda Guerra Mundial. Debido al fuego, parte del legado del compositor, que vivió entre 1862 y 1928, se perdió. Varias partituras, que que daron de las 300 que supuestamente escribió, llegaron a las manos del chelista y compositor Paul Desenne, gracias a Rodolfo Nölck, presidente de la empresa de comunicaciones Nölck Red America. Desenne, acompañado por el pianista Arnaldo Pizzolante, ofrecerá un concierto mañana en el nuevo Teatro de Chacao. La intención es mostrar a la audiencia un compilado de piezas cortas, dividas en paquetes de tres, que representan un viaje al romanticismo alemán, cargado de mitologías. Es como sintonizar una emisora de otro siglo, o de otro planeta, porque ya no se vive así, dice Desenne: Ahora lo que predomina es el ritmo, y la melodía está desapareciendo. Cuando se usa es más bien como para marear por detrás de unas palabras que vienen muy agresivas. Esas piezas son como estampitas que ilustran una vida pasada. No se trata de obras clásicas monumentales, pesadas y distantes. Son valses, mazurcas y gavotas que permiten aproximarse a la creación concebida dentro del espacio familiar, como si se tratara de un repertorio tradicional venezolano. Las obras presentan un pa norama de cómo era la música de salón en...

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