Reencuentro en Kiev

Como en el trazo de un círculo al cerrarse, la final de hoy en el estadio Olímpico de Kiev marcará el final de un ciclo de cuatro años que ha sido muy distinto para sus protagonistas hasta este reencuentro en partidos oficiales en 2012. Desde que Cesc Fábregas anotó el quinto penal en Viena para dar el triunfo a España sobre Italia en los cuartos de final de la Euro 2008, los caminos de estas dos selecciones se separaron de una manera radical y se han vuelto a encontrar en Polonia y Ucrania. España, libera da de esa maldición de no superar los cuartos de final en las grandes competiciones, se enrumbó a conquistar aque Euro en Austria y Suiza para luego expandir su reinado al resto del mundo con la victoria en Johannesburgo hace dos años. Hoy, en la capital de Ucrania, se ilusiona con cerrar este ciclo de la mejor manera posible: con un tercer título consecutivo, algo que ninguna selección ha podido hacer y que consagraría a España, si queda todavía alguna duda, entre los mejores equipos de la historia. Italia, derrotado en aquella ronda de penales, se desvió entonces hacia un camino de confusión y replanteamiento. Despidió a Roberto Donadoni e intentó recuperar la magia de 2006 con el técnico campeón Marcello Lippi. Pero el descalabro en Suráfrica demostró que el problema era más profundo. Un triunfo contra España en un amistoso en 2011 no cambiaría la percepción. Pero en 2012, con el resurgimiento de la Juventus y sus jugadores, se produjo también el de la selección, con Cesare Prandelli como motor del cambio al enamorar a todos con otra manera de entender a la azzurra. Este torneo ha sido el retorno, uno que esperan culminar con un título que...

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