La región Zagajewski

Me remitiré a las tres líneas con que arranca el primer párrafo de En defensa del fervor, que debe ser el más frondoso y esencial ensayo de Zagajewski me refiero de forma limitada a sus libros traducidos al español: De Lvov a Gliwice, de Gliwice a Cracovia; de Cracovia a Berlín para dos años; después a París para largo tiempo y, desde allí, cada año, a Houston por cuatro meses; el regreso a Cracovia. Sostengo: que Adam Zagajewski haya inaugurado ese texto, su más palpable declaración estética o su arte poética, y haya anotado allí la ruta de su periplo vital, un circuito que finalmente siempre termina en Cracovia, constituye, en principio, una guía que no es posible desatender.Es la ciudad, el marco, el lienzo y el óleo con que Zagajewski evoca su pasado; es la ciudad, el plano en que la experiencia florece, se levanta hacia su cénit y se apaga en el olvido; es la ciudad donde el pensamiento se afila y pronuncia, o donde escoge guardarse a la espera de una mejor oportunidad; es en la ciudad donde a menudo se articulan sus poemas En ciudades ajenas venimos al mundo / y las llamamos patria, mas breve es / el tiempo concedido para admirar sus muros y torres; es en la ciudad donde la fraternidad y la escritura de la fraternidad con el mundo encuentran su espacio recurrente.En dos colecciones de ensayos Dos ciudades yEn defensa del fervor; en su premiado libro de memorias En la belleza ajena; y en cuatro libros de poemas Deseo, Tierra del fuego, Antenas y Poemas escogidos a veces se lee y a veces se presiente lo que llamo `La región Zagajewski’: Lvov, Gliwice y Cracovia, las tres ciudades sembradas en la poesía y en los ensayos del autor polaco: cuando no son la mordedura, el eje de la escritura por ejemplo, Cracovia preside y atraviesa las evocaciones de En la belleza ajena, ellas se constituyen en referencias para pensar lo distinto, como ocurre en el poema En una ciudad ajena, que expresa la perplejidad del poeta ante una ciudad mediterránea no dice cuál, distinta a las ciudades que el escritor conoció en su infancia y adolescencia.Pero esta `región Zagajewski’ no se consu me en la ciudad: en aforismos, prosas breves, recuerdos, poemas y en las luces de sus ensayos, los temas vuelven y se entrecruzan: los paseos por calles entrañables o por avenidas enfiladas de árboles; la fidelidad a los escri tores atesorados en su juventud Aleksander Wat, Czeslaw Milosz, Tadeus Kantor, Nietzsche, Kafka; las opacidades y aristas espeluznantes de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR