La renta petrolera en el debate electoral

En el debate electoral sobresalen dos visiones contrapro puestas en torno al destino que debe tener la renta petrolera. Por un lado, el planteamiento oficial de priorizar la inversión social con el fin de reducir el desempleo, la pobreza y la exclusión social. Por el otro, el énfasis de la oposición que prioriza el uso de la renta en función de incentivar la inversión nacional y extranjera como fuente generadora de empleo y riqueza.Ambas visiones tienen en común la cultura rentista que se expresa a través de las políticas de un Estado paternalista. La diferencia radica en que una protege a los trabajadores y excluidos, mientras que la otra favorece a los empresarios e inversionistas.La primera suele incurrir en prácticas populistas al garantizar de manera indefinida e incondicional ingresos que no son fruto del trabajo.La segunda cae en una desviación economicista que, al reducir el desarrollo al crecimiento del PIB, tiende a otorgar al inversionista una amplia gama de incentivos fiscales, financieros, cambiarios, sin tomar en cuenta que la tendencia a la distribución regresiva del ingreso suele favorece al factor capital en detrimento del factor trabajo, razón por la cual un mejor desempeño del PIB no siempre se traduce en una mejora de las condiciones de vida del trabajador.En una sociedad rentista los actores económicos y sociales se acostumbran a obtener ingresos y ganancias que no son fruto de su esfuerzo productivo ni de un mejor desempeño empresarial. El gran reto del sector gubernamental consiste en poner en marcha una eficaz estrategia que sustituya la mentalidad rentista por una nueva cultura de la inversión y del trabajo. Con este fin, los incentivos de política económica al sector empresarial deberían quedar...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR