La renuncia es ética

En la política, al igual que en la vida cotidiana, renunciar es una opción legítima y la mayoría de las veces inteligente. Se renuncia a un amor, a un proyecto, a un puesto de trabajo; se renuncia a un partido político, a una responsabilidad y, por supuesto, la historia esta llena de jefes de gobierno y de Estado que por causas mayores se ven a obligados a dimitir.Lo hacen por razones obje tivas y subjetivas. Un hombre enfermo debe renunciar a dirigir una nación. Un presidente que fracasa en su gestión, que genera pérdida de confianza de sus electores y, sobre todo, los que arriesgan la estabilidad y la paz de una nación lo deben hacer más temprano que tarde. Pensemos en Siria, cuántas muertes y sufrimiento se hubiese podido evitar si Al-Assad hubiese renunciado. Repasemos cuántos otros líderes en el mundo han dado un paso firme y muchas veces doloroso para tener más grandeza que la que las circunstancias inmediatas les presentan.Nuestro pacto social inclu ye la renuncia como uno de los mecanismos expeditos pa ra un cambio del Ejecutivo. Es la renuncia la que le permitiría al país iniciar un proceso de cambio y de reconciliación nacional que tanto se necesita para avocarse a sacar a la nación de tantas...

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