¿Retar a Dios?

La vida es cambio, mo-vimiento, acción, pero, ¿con cuáles límites? La inconformidad es casi siempre la vía más útil para transformar las cosas. Inconformidad y necesidad suelen combinarse para provocar el cambio, dejar atrás una situación y crecer como personas.Pero, ¿cuánta inconformidad es la óptima? Mi pregunta no es ingenua, aunque admito que resulta difícil establecer una medida.Siempre he sido inconforme, hiperactivo y autocrítico. Tales actitudes tengo que reconocerlo han sido clave en mi carrera profesional. Sin embargo, con el paso de los años, y sin dejar de trabajar por el crecimiento personal y profesional, he observado que la inconformidad, si viene hueca, no reporta precisamente los mejores benefi cios.No es mi caso, pero a dia rio percibo cómo esto afecta a muchas personas y por ello creo necesario advertirlo.También como una manera de tenerlo presente, de no olvidar de dónde venimos ni quiénes somos.Para armonizar con el entor no y corresponder las bendiciones recibidas, la inconformidad debe acompañarse de humildad, agradecimiento y reciprocidad. Todos los bienes que llegan a nuestra vida, sean espirituales o materiales, deben ser agradecidos: a Dios, al universo, a la energía... a alguien en particular, según...

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