Revisionismo y listas negras

Nos vendieron, ya va para un siglo, la infalibilidad de un paquete, filosófico, político, co lectivo, a tal punto blindado que el solo dudar podía convertirse en el más diabólico de los pecados: el revisionismo. Prohibido levantar el envol torio, fisgonear, analizar, interpretar, pensar, so pena de ser repudiado, execrado y hasta finalmente ejecutado, además de borrado de documentos, fotografías de grupos, publicacio nes y anales: Trotski salió de la historia oficial, y luego fue sacado Stalin. Una vez detectada la trans gresión, el inculpado pasa a ser traidor, renegado, desleal, infiel o apátrida, cuando el sectarismo asocia patria con ideología y al ideólogo con padrecito o mi comandante presidente. Hay un solo atenuante, verda dero tiro de gracia: la posibilidad de reconocer toda la culpa y aceptar como merecidas las sanciones traicioné la patria, lo digo con toda honradez, y esta traición debe pagarse con la vida, declaró el general cubano Arnaldo Ochoa, al Tribunal de Honor que lo sacrificó como forma de evitar agravios a la familia, por varias generaciones. El autócrata vernáculo comen zó a llamar escuálidos flaco macilento o sucio asqueroso a los que se le oponían, porque en un principio eran minoría, y bien pronto el término se utilizó para privarlos de derechos, cargos o beneficios becas...

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