Richard Páez aprendió en su travesía

Richard Páez leyó muchísimas veces la historia de Galileo Galilei, cuando públicamente le obligaron a reconocer que la tierra era plana y debió hacerlo ante una multitud. Cuando bajó, en voz baja repitió con firmeza: pero se mueve. En la carrera de Páez como entrenador ha tenido que repetir unas cuantas veces, inclusive antes de la final de ayer. Hombre de firmes convic ciones, Páez ha tenido que lidiar con instantes decisivos o momentos adversos. Pero antes de enfrentar una final como la de anoche ante el Boyacá su hijo, Ricardo David Páez, recordó un incidente similar. A él le dolió muchísimo perder aquel Clausura de 1999 con Estudiantes 2-0. Jugábamos en casa contra Italchacao y perdimos. Eso lo marcó como técnico. La vida le daría revanchas, especialmente al frente de la Vinotinto a la cual lideró a un cambio que hasta hoy, se mantiene en línea ascendente. Aunque su salida de la es cuadra nacional en 2008 no fue la ideal y hubo una suerte de divorcio con la hinchada y los medios. Páez se fortaleció, aprovechó la experiencia y se fue a dirigir a Alianza Lima. La situación era muy similar a la que tenía cuando llegó a Millonarios: un equipo grande en crisis que...

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