Riesgos del matiz y daños de la estridencia

Mientras la economía mundial daba trazas de experimentar cambios circuns critos de rumbo y la moneda colombiana pasaba de ser la más revaluada a ser la más devaluada, así fuera circunstancial o momentáneamente, en el vecindario continental surgían inesperados motivos de conflicto en torno al alcance de la declaración al desgaire del presidente Juan Manuel Santos sobre el designio de Colombia de ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.Por un matiz idiomático, el del vocablo ingreso en lugar del de cooperación, se armó tremendo escándalo en que la estridencia fue el tono característico. El hecho de ser la OTAN una asociación de carácter militar encendió los ánimos y las protestas de los mandatarios bolivarianos.Daba la casualidad de que el presidente de Colombia había recibido la visita de Henrique Capriles, quien ha venido proclamándose vencedor en la justa electoral venezolana. Sin pretenderlo, se prendió la hoguera de la discordia, pese a la asistencia del presidente Santos a la reunión previa de Unasur y al acto de su posesión.A los agravios y ataques por micrófono respondió Colombia con mesuradas aclaratorias diplomáticas, refrendadas por la declaración del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, coincidente con la manifestación de la propia OTAN sobre la imposibilidad de que Colombia fuera su miembro, dada su ubicación geográfica. Tan elocuentes fueron estas precisiones que el presidente Maduro quedó satisfecho y tranquilo.Dos lecciones restaron de este explosivo episodio. La primera, el cuidado que es menester tener con el matiz y el...

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