Rimar con rusos y chinos

El colosal fiasco en que se convirtió la reciente expedición presidencial a Oriente, que los ditirámbicos titulares de medios alineados con el oficialismo hicieron, por mentirosos, mucho más evidente, debería ser el tema dominante entre cronistas y opinadores de fin de semana; sin embargo, por tratarse de un chasco previsible, examinado en abundancia y con agudeza crítica, antes y durante el peregrinaje del buscaplata que regresó ayuno de gloria y sudando pena, no vemos la necesidad de llover sobre mojado en relación con ese costoso e improductivo viaje; pero no está de más abordarlo, aunque sea tangencialmente, porque de alguna manera el mismo tiene que ver con otro descalabro, aún mayor que la frustrada incursión por el levante, y es el que atañe al colapso del modelo socio-económico que, de espaldas a la historia, procura el PSUV, sin perspectivas de éxito ni posibilidades de sustentación, instaurar en el país, apoyándose en una farragosa ensalada de lugares comunes bautizada Plan de la Patria.El episcopado venezolano, con certera puntería, ha dado en el blanco al apuntar que la causa de esta crisis general es la decisión del gobierno de imponer un sistema socialista, marxista o comunista. Ese sistema, totalitario y centralista, establece el control del Estado en todos los aspectos de la vida de los ciudadanos y de las instituciones públicas y privadas, atenta contra la libertad y los derechos de las personas y asociaciones y ha conducido a la opresión y la ruina de los países donde se ha aplicado. De este señalamiento podemos deducir que, aparte de su dogmática retórica, es escaso o nulo el aporte del castro-chavismo a la formulación de un proyecto país en sintonía con el potencial y las exigencias nacionales, un déficit que aparece también en el saldo de opciones electorales que giran más en torno a figuras que a objetivos.Caupolicán Ovalles, auto proclamado padre de la patria del este, que entre desbarros y desmesuras era capaz de hilvanar versos notables y componer poemas trascendentes como Elegía en rojo a la muerte de Guatimozín, mi padre, alias El Globo 1963, editar libros inauditos como la Antología de la literatura marginal 1977 y hasta escribir una novela de nombre premonitorio, Yo, Bolívar rey 1987, siempre lograba sorprender con hallazgos extraordina rios entre los desvaídos folios y apolillados tomos de su Gran papelería del mundo. De allí desempolvó el Bloque de oro o plan de finanzas por el bien de Venezuela, concebido por...

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