Río Caribe un pueblo hospitalario

Se puede caminar. Cuan do pienso en una vejez feliz, me ubico en Río Caribe. Una casa con patio en el medio, techos muy altos, ventanas que den a la calle, la cocina abierta a las matas, unas gallinas atrás y unas sillas de hierro con tiritas plásticas para sacarlas a la acera por las tardes, conversar con todo el que pasa, recibir el fresco que viene del mar y voltear a ver el Cristo en la montaña mientras suenan las campanas de la iglesia. En las mañanas quiero caminar con un carrito de mercado hasta la playa para comprar pescado y las frutas que crecen en los patios de los vecinos. Lo que hace más amable a Río Caribe es que puedes caminar todo el pueblo. Desde el mar hasta la montaña, por calles que conducen derechito de un lado a otro, sólo casas porque nadie ha tenido necesidad de lanzar pisos al cielo. El malecón pudiera haber tenido más matas, lo mismo que la plaza. Se hubiera parecido más a la vegetación de Paria. Pero igual podemos convivir con ambos. Habrá que ocuparse de tener la playa más limpia. También garantizar el servicio eléctrico. Lo más complicado será sanar la península del narcotráfico. No creo en los imposibles. En una época hasta pensé que quería ser gobernadora de Sucre para sacarle todo el potencial turístico que tiene. Entre la pesca y las visitas seríamos una potencia en el mundo, y no uno de los estados más pobres del país. Hasta el momento me he li mitado a describir las bondades del casco central. Si sumamos los alrededores, Río Caribe se crece desaforado. El exótico delta de Paria, las aguas termales de El Pilar, las montañas de vegetación exuberante, las siembras de cacao y las playas más exóticas del país. La costa salvaje de Paria es fascinante. Naveguen desde San Juan de las Galdonas hasta Uquire para que entiendan lo que les digo. Playas vírgenes con selva atrás. Pesca abundante. Fondos marinos riquísimos. Vivir por aquí. Son muchos los que han apostado por hacer sus vidas en la península de Paria con base en Río Caribe y han fracasado. Hubo un plan para hacer un Mediterranée en Medina y no funcionó. Desarrollos turísticos en Pui Pui y Chaguarama que se truncaron. Un hotel grande con una estructura hostil en San Juan de las Galdonas que ahora está semiabandonado. Un campamento en el delta está cerrado. Las cabañas de Río de Agua, donde pastan los búfalos, también fueron clausuradas. Villa Antillana está en venta. También Aguasana. A veces me pregunto si será que Paria quiere seguir inexplorada. Si bota a...

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