Rómulo Otero, el irreverente controlado

Durante la primera mitad de 2014, Rómulo Otero vivió un bache futbolístico y parecía perdido. Su progresión, siempre ascendente, se había estancado y había iniciado un peligroso descenso que lo hizo reflexionar.Mucha gente me aconsejó, aseguró el volante, quien el miércoles fue una pieza fundamental en la victoria de la Vinotinto 3-2 sobre Honduras en San Pedro Sula.Desde mi padre, mi madre, los técnicos que tuve en este tiempo; todos tuvieron palabras que supe recoger y que me ayudaron a recuperar mi mejor nivel, explicó el sucrense.Otero aseguró que en lo fut bolistico, soltar el balón a tiempo es una de las correcciones que le pidió precisamente Sanvicente para contrarrestar la presión de Honduras.Chita me pidió que juegue rápido que no traslade mucho la pelota, siempre a uno o dos toques. Ya del medio para arriba me piden que haga lo que me gusta, y hacer combinaciones, desequilibrar, y por ahí se me dio la oportunidad de darle el pase a Richard Blanco y a Edder Farías, y esto...

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