La rumba será sin humo

Comienzan a proliferar, como parte del paisaje de entretenimiento caraqueño, los afiches requeridos por el Ministerio de Salud que advierten a los clientes que el local al que están ingresando es un ambiente libre de humo.

La adaptación a la providencia publicada el 24 de mayo en la Gaceta Oficial número 39434 ha sido paulatina. En algunos locales, desde el primer día se implementó la medida. Sin embargo, hay otros que esperan hasta el 31 de mayo -fecha límite para adecuarse a la norma- para poner en práctica todas las especificaciones que forman parte de esta nueva legislación.

En el restaurante Come a Casa de Los Palos Grandes no sólo se ha colocado el afiche visible, sino que, además, eliminaron el área de fumadores que antes ocupaba la mitad del local. De acuerdo con el encargado, Diderot Buendía, los clientes lo han tomado de manera natural. Asegura que la tendencia es que los fumadores apaguen el cigarrillo y sigan disfrutando de la gastronomía. "Este es un lugar donde la gente viene a comer, quizás por eso sean más conscientes", indicó.

Su vecino, Amapola, es un restaurante blanco, salpicado con unas hermosas flores rojas y vinotinto. El local destila preocupación por el diseño. Su dueña, Irina Pedroza, había mandado a hacer unos carteles especiales, más discretos, pero le explicaron que debían ajustarse a las dimensiones especificadas en la Gaceta. No le quedó más remedio que colgar el oficial. "De todas maneras, en nuestro restaurante está prohibido fumar; pero tanto que uno invierte en la estética y tiene que poner ese cartel que parece de arepera. Es lo único con lo que no estoy de acuerdo".

La antítesis es la pollera de los hermanos Riviera en la avenida Andrés Bello. Allí hay dos carteles, desplegados, en lo alto del local. Desde los primeros días advirtieron a los clientes que es un ambiente libre de humo. Hasta el momento, no han tenido ningún incidente que lamentar. "Si alguien quiere fumar, que se vaya para afuera", indicó el encargado, Antonio de Farías.

Con pataleo. Esta es la misma apuesta de la tasca Costa del Sol. "Si la ley dice que no, es no. Se sacan los ceniceros y que la gente salga", indicó el encargado, Antonio Pérez. Está de acuerdo con la medida y, aunque sospecha que pueda tener alguna incidencia sobre el consumo, cree que no será importante.

En el centro de apuestas Moskada no son tan optimistas. De hecho, esperan hasta el último día para trazar una estrategia. "Aquí la gente, quizás por el estrés que...

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