Rusia todavía debe el oro de los españoles

Con el big bang electoral 1998, la Constitución moribunda y la Constituyente originaria, vi nieron la expansión y el auge de la economía, la verosimilitud de todo y la certidumbre de nada, en medio de un inmenso manto de estupidez colectiva. Con la adopción de la mentira como mensaje y el relevo de las verdades por la fantasía, a cargo de un psicótico maníaco depresivo, llegamos a la primera crisis, con su inevitable recesión, supe rada por la inesperada aparición de La mano de Dios José Alfredo Jiménez, que trajo el primer aumento sostenido y perdurable de los precios del petróleo... Ahora que el fenómeno au ge-crisis-recesión se repite y se agrava depresión, vuelve la mano de Dios, pero esta vez a pasar factura al camaleón peronista, perezjimenista, socialista, militarista, evangélico pro Putin, Gadafi, Castro, El Assad, Kim Jongil, Ahmadinejad, Lukashenko, Mugabe, Ortega, entre otros dimeconquienandas. La risita entre pánfilo y yo no fui con la que bajo del avión, en Maiquetía, a su regreso de Cuba, lo delataba: traía una noticia bomba fabricada por el servicio secreto, famoso por el infantilismo de sus informes a lo largo de medio siglo de chulería revolucionaria. Unas supuestas cartas de la Mesa de la Unidad Democrática a congresistas estadounidenses para rendir cuentas y solicitar dinero en realidad fueron en defensa de de...

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