La Gran Sabana en Navidad

Cómo llegar. Desde donde es té deben situarse en Puerto Ordaz y dirigirse sur franco, atravesando Upata, El Callao y Tumeremo hasta llegar a El Dorado. Ahí empieza la euforia Âpara mí al rodearse de la selva del Imataca, esperar que se despeje y prepararse para el instante crucial en el cual se abre el universo y aparece la Gran Sabana. Sin afán. No creo en planifi cación durante este recorrido a la Gran Sabana, en su ruta principal. Que sean la hora, los antojos o el acuerdo del grupo los que determinen la próxima parada. Si les provoca quedarse bajo las corrientes de La Golondrina, no hay necesidad de mudarse a las de Kawi. Para mí, la euforia se dispara en el kilómetros 759, cuando la selva se despeja y aparece la sabana. Sugiero entrar tempranito o al final de la tarde, con una luz cálida e invitadora. Seleccionen la música para ese instante. Estarán entrando al Parque Nacional Canaima que tiene 3 millones de hectáreas. Tierra de pemones, tepuyes, aguas de colores y cielos luminosos. No recomiendo tanto quedarse en Santa Elena y viajar cada día al parque, a no ser que el grupo se niegue a la dicha de la vida al aire libre. Es una ricura acampar. Todo está diseñado para instalar la carpa y andar en libertad. Los baños son de río, las caminatas de selva y sabana, la respiración pura y la emoción permanente. Se habla de una energía especial en la zona y es verdad. Sacude el alma. Sugiero dejar el apuro y el turismo por metas. Deténganse por horas sólo a observar este universo mágico, contemplar los tepuyes y recordar que para los indígenas constituyen casas, mundos donde habitan los espíritus. Les ruego que no abran nue vos caminos. Por siglos esta tierra se mantuvo apartada de cualquier indicio de civilización. Ya es suficiente con la carretera y los postes. Como es un territorio tan anciano le cuesta mucho recuperarse. Tampoco dejen basura. Es un verdadero atentado y una falta de sensibilidad sólo comparable a pegarle a la mamá. A la hora de bañarse en los ríos, usen sólo productos biodegradables como el jabón azul. Planes que me encantan. Si ha ce muchos años que no van a la Gran Sabana, se van a dar cuenta que han aparecido un montón de letreritos nuevos a la orilla de la ruta principal. Atrévanse a variar los destinos tradicionales, exploren lugares menos concurridos, apacibles, poco intervenidos, con apenas una o dos churuaticas y alguna corriente leve. Son exquisitos para estar en soledad, sólo con el grupo que los acompaña. En el...

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